La Directiva (UE) 2024/1438 introduce importantes modificaciones en la normativa sobre la miel. Ahora es obligatorio que las etiquetas indiquen todos los países de origen de la miel en orden descendente de porcentaje. Esta medida reemplaza términos generales como «mezcla de mieles UE/no UE», con el objetivo de aumentar la transparencia y permitir a los consumidores tomar decisiones más informadas sobre los productos que compran.
Además, la directiva establece requisitos armonizados de trazabilidad para la miel. Esto se implementa para garantizar la autenticidad del producto y prevenir fraudes en su comercialización. Las nuevas normas buscan asegurar que los consumidores tengan acceso a información precisa sobre el origen de la miel, mejorando la confianza en los productos disponibles en el mercado.
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